Consejos y trucos prácticos sobre cómo limpiar tu saxofón
Manteniendo tu saxófono La limpieza es una parte esencial de la vida de un músico; es clave para reducir los olores, ayudar a evitar reparaciones costosas, mantener su saxofón funcionando de manera óptima durante años e incluso reducir el riesgo de enfermedades respiratorias raras como el pulmón del saxofón, una enfermedad causada por hongos y bacterias que se acumulan en el saxofón y que luego se transfieren a los pulmones a través de la boca.
Por eso, para ayudarte a mantener tu saxofón limpio, hemos elaborado esta guía fácil de seguir sobre cómo limpiar su saxofón.
Cómo limpiar tu saxofón
Quita siempre la caña - Al desmontar el saxofón para volver a guardarlo en el estuche, tenga cuidado de retirar la caña, limpie la condensación que haya quedado y coloque la caña en un estuche para cañas o en un estuche con control de humedad. Esto ayuda a eliminar las bacterias que quedan en la caña después de tocar, al mismo tiempo que protege la caña de daños.
Limpia tu boquilla - La boquilla es el lugar donde se transfieren las bacterias y las partículas de comida de la boca y las manos y, en consecuencia, se multiplican. Por lo tanto, es una buena idea limpiar la boquilla después de cada uso para eliminar la condensación, las bacterias y las partículas de comida. Además, también se recomienda limpiar la boquilla una vez a la semana con agua tibia y jabón para mantener alejados los gérmenes.
¡Hisopo, hisopo y más hisopo! Si aún no tienes uno (¡o dos!), consigue un par de hisopos para saxofón: uno más pequeño para el tudel y otro más grande para el cuerpo del saxofón. Después de cada uso del saxofón, al desmontarlo, pasa el hisopo más pequeño por el tudel y luego pasa el hisopo más grande por el cuerpo; así eliminarás cualquier condensación o bacteria que pueda haberse acumulado durante la interpretación.
Limpia el exterior - Una vez que hayas terminado de limpiar el saxofón, es una buena idea limpiar el exterior del instrumento, algo que puedes hacer de forma rápida y sencilla con uno de los hisopos. ¡Esta sencilla acción ayuda a garantizar que el exterior se mantenga tan limpio como el interior!
¡Empapa tus cuadernos! Utilizando un trozo de papel normal o un papel especial para limpiar almohadillas, limpie las almohadillas pegajosas colocando dicho papel entre la almohadilla y el saxofón, presionando la almohadilla hacia abajo sobre el papel y tirando lentamente del papel hacia afuera. Repita esto otras 2 o 3 veces si es necesario, hasta que la almohadilla no esté pegajosa.
Pule tu saxofón - Pulir el saxofón con regularidad le permitirá mantener su mejor aspecto durante muchos años. Aproximadamente una vez a la semana, utilice un paño de microfibra suave para pulir y páselo suavemente por el cuerpo y el tudel del saxofón. Pero tenga cuidado de no utilizar ningún producto químico en el saxofón y, si tiene un saxofón de plata, ¡no utilice abrillantador de plata! Aunque el abrillantador de plata eliminará cualquier deslustre, también eliminará una fina capa de plata…
En resumen, una limpieza regular tanto del interior como del exterior (un paño y un restregado rápido después de cada uso), seguida de un pulido semanal y una limpieza profunda de la boquilla mantendrán su saxofón en excelentes condiciones durante muchos años; luciendo y sonando lo mejor posible.
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